LAVINIA FONTANA (Bolonia, Italia, 1552 - Roma, 1614) - Retrato de dama engolada con niño

LAVINIA FONTANA (Bolonia, Italia, 1552 - Roma, 1614)

"Retrato de dama engolada con niño "1604 - 1614.
Óleo sobre lienzo

Procedencia:
-Colección Emilia Balduino, 1993.
-Familia Spinola, Castillo de Pasturana, Piamonte, siglo XIX.
 
 Se adjunta certificado de Piero Torriti y Mina Gregori firmado en 1991 y certificado de Maria Teresa Cantaro firmado en 2014.
 
Nuevamente este magnífico cuadro fue también asignado a la mano de la pintora Lavinia Fontana por la historiadora del arte, Maria Teresa Cantaro. La pintura, al igual que el lote 554, Retrato de dama engolada con niño, presenta las mismas características formales en cuanto a su representación, su iconografía retratística y su mensaje aristocrático social de la Roma del siglo XVI. La pintura destaca por una gran precisión y detallismo en su dibujo. Como ya dijimos en la ficha del cuadro precedente, Lavinia aprendió en el taller de su padre las fórmulas pictóricas de muchas escuelas y pintores italianos del momento, entre los que se encontraba Parmigianino, con el cual este retrato se podría comparar con los que hacia el pintor de Parma. Parmigianino fue uno de los máximos representantes del Manierismo italiano.
En la tela se ve una mujer con un vestido oscuro de cuello alto sobre un fondo oscuro. Lleva el cabello peinado hacia atrás y su cabeza está cubierta por un velo de viuda. Con el brazo derecho abraza al niño que está a su lado, seguramente su hijo, al que le ofrece una manzana con su mano izquierda. La manzana podría aludir simbólicamente a que, tras la muerte de su padre, el niño lo sucederá como heredero de una dinastía. La manzana amarilla, puede hacer referencia al color del oro, es decir a las manzanas del Jardín de las Hespérides cuyos árboles frutales daban manzanas doradas. Hércules, en uno de sus doce trabajos, tuvo como misión lograr hacerse con ellas. Estas codiciadas frutas concedían la inmortalidad a quien las comiera. El Renacimiento, además, añadió a este codiciado manjar las otorgó las virtudes de Hércules. Con lo cual el mensaje que
deposita el fruto en la pintura es una esperanza de larga vida al niño, primogénito de una noble familia y una serie de virtudes dignas de un héroe y de un buen gobernante. El niño sería como un pequeño Hércules protegido por su madre que le otorga la manzana, como si de la diosa Venus se tratase. La madre, aún con la manzana en la mano, actúa como intermediaria y cabeza de familia hasta que su hijo alcance la mayoría de edad. Que la figura femenina esté tocada con velo y con ausencia de joyas, es símbolo de su sufrimiento por la pérdida de su esposo. La artista se concentró especialmente en la representación de texturas, ornamentos y complexiones, lo que subraya su atención al detalle.
En el Museo Nacional del Prado se conserva un retrato de Pamigiuanio, Camilla Gonzaga, condesa de San Segundo, y sus hijos (P000280), fechado en 1535 - 1537. Esta obra tiene un gran interés ya que muestra por primera vez en Italia una madre rodeada de sus hijos como personificación de la Caridad clásica. Esta pintura guarda cierta relación con la obra presentada. Tiene el mismo arquetipo de retrato social de madre con su hijo que le desea un largo porvenir y protección ante la alta mortalidad infantil. En este caso la Condesa lleva sobre el hombro una marta cibelina disecada. Este animal tuvo a veces un cierto carácter apotropaico. Camilla, querría impedir, como madre que era, la muerte de sus vástagos y con este animal en el retrato les protegía, sobre todo a los que lo tocan, al igual que el otro niño con la manzana dorada. Para poner el cuadro en relación con otro de Fontana, la historiadora del arte, Caroline P. Murphy Murphy, señaló semejanzas razonables, a nivel de psicología maternal y de protección, con la pintura Retrato de una dama noble con un niño conservado en la Pinacoteca Nazionale de Bolonia, datado en torno a 1595, donde se ve a la retratada que muestra un gesto protector al rodear con el brazo los hombros del niño1.
Al igual que el lote 554, esta pintura procede originalmente de la Colección Spinola, y es muy probable que la familia la encargara a Lavinia Fontana durante su estancia en Roma.
 

Medidas:112 x 93 cm.