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"La lapidación de San Esteban".
Óleo sobre lienzo
La Lapidación de San Esteban de Peter van Lint resulta excepcional dentro de su catálogo. Ello se debe a la inclusión del autorretrato del artista, en la figura situada a la izquierda de la composición. Su parecido con el autorretrato conservado en los Museos Reales de Bruselas es evidente. Ambos comparten los mismos rasgos faciales, así como una misma mansedumbre, que nos hablan de carácter del pintor. Plácidamente sentado sobre una roca, el artista se distancia anímicamente de la acción del martirio. Con un claro carácter admonitorio, señalando con el dedo índice y mirando al espectador, Van Lint se retrata como “poeta del pincel”, vestido “a la antigua”, diferenciando su indumentaria del resto de personajes. El artista se ha representado como San Pablo, ejemplo paradigmático de conversión cristiana, testigo en Jerusalén de la ejecución del diácono. Esto se ha puesto en relación con la biografía del artista, cuyo padre y hermano fueron enterrados el día de San Esteban, por lo tanto, día señalado para el pintor. Este retrato a lo divino, ejemplo de portrait historié, ha sido identificado recientemente con la pintura que Van Lint tenía junto al dormitorio de su casa de Amberes, como indica su inventario de 1680. En cuanto a su cronología, podría ser ligeramente anterior a 1646, pues el artista tiene un aspecto similar al autorretrato conservado en Bruselas, o quizá algo más joven.
Peter van Lint (1606-1690) fue un pintor flamenco nacido en Amberes. Discípulo de Roelant Jacops y de Artus Wolffort, obtuvo su maestría del Gremio de San Lucas en 1632. Instalado en Roma desde 1633 hasta 1641, bajo la protección de la familia Drei, trabajó para San Pedro del Vaticano, el obispo de Ostia y pintando la capilla de la familia Cybo en Santa María del Pópulo. En la ciudad eterna adquirió una formación ecléctica, dibujando esculturas clásicas, copiando los frescos de Rafael y dibujando novedosas obras, como el San Andrés de François Duquesnoy. En 1641 pasó unos meses en París, donde, lo recomendó Nicolas Poussin. Poco después se instaló definitivamente en Amberes, donde vivió en la calle Meir, la principal de la ciudad.
El estilo de Van Lint se caracteriza por las figuras de canon alargado, tipos faciales flamencos, influidos por Rubens, pero con una concepción volumétrica que conecta con la estatuaria de la Antigüedad, en los pliegues y en el gusto por los pies griegos. Su pintura es narrativa, con figuras situadas en espacios arquitectónicos, en claro débito con el clasicismo romano-boloñés, de la mano de Guido Reni y Domenichino, con composiciones equilibradas y personajes cuya gestualidad procede de la retórica del teatro y de la danza.
ROMERO DORADO, Antonio: «Un autorretrato de Peter van Lint y otras aportaciones a su catálogo», Artigrama (Universidad de Zaragoza), nº 39, 2024, págs. 335-349.
DE LA PISA CARRIÓN, Sirga: Peter van Lint, un caso problemático en la pintura flamenca del siglo XVII, tesis doctoral, Universidad Complutense, Madrid, 2018.
Agradecemos enormemente la ayuda en la catalogación y en el texto histórico artístico de la obra, al profesor e historiador del arte Don Antonio Romero Dorado.
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